LOS INCLASIFICABLES – VIDEOJUEGOS SIN GÉNERO
Todos nos hemos topado alguna vez con esos videojuegos sin género, raros, que no sabríamos catalogar dentro de un estilo de juego, pero que por suerte o por desgracia, han pasado a los anales de la historia del sector e incluso han creado un género en sí mismo.
Algunos de ellos son raros para bien. Otros, hubiésemos preferido no haberles conocido. Esta es nuestra selección de videojuegos sin género, inclasificables, aquellos títulos que mezclan tantos géneros, que no se definen por ninguno:
Danganronpa
Este videojuego para PSP salió exclusivamente en Japón en 2010. A Europa no llegó hasta 2014 con PS Vita. Podríamos decir que es similar a los videojuegos de Ace Attorney o podríamos llamarlo novela interactiva de terror. El argumento presenta a varios estudiantes encerrados en un instituto por un oso (sí, un oso). Para salir, alguien tiene que matar a un compañero sin que los demás se enteren y nuestra misión es averiguar quién es el asesino para poder salir de allí antes que él.
Se presenta como un juego de investigación pero con una trama tan sádica y macabra, que cuesta pensar en este videojuego como algo puro y sencillo. Eso sí, su estética y jugabilidad son simples pero efectivas.
Heavy Rain
En su momento, títulos como Fahrenheit no tenían clara su etiqueta. Desde la salida de Heavy Rain y otros como Beyond: Dos Almas, se ha ido perfilando el género, pero aún no está claro cómo llamarlos. No son aventuras gráficas ni juegos de acción, pero nuestras decisiones marcan puntos de inflexión en la sucesión del argumento.
Heavy Rain, de Quantic Dream, cuenta la historia de una desaparición desde varios puntos de vista: el padre, el detective privado, el agente del FBI o la periodista. Vivimos historias paralelas y avanzamos a través de Quick Time Events. Dependiendo de si los acertamos o no, modificamos el rumbo del desenlace.
Journey
Esta llamada experiencia audiovisual fue catalogada como uno de los mejores videojuegos en 2011. De desarrollo independiente, pocos lo consideran como tal, sin embargo, tampoco es sencillo catalogarlo. Hay que resolver ciertos puzles a lo largo del viaje y es posible interactuar con otros usuarios reales, pero siempre limitando las relaciones a meras ayudas y simbología. Se podría decir que Journey es un viaje interactivo multijugador, pero nos quedarían flecos.
Little Inferno
Pirómanos reprimidos, aquí podréis quemar cosas. Ya está. Todo lo que hay que hacer es quemar objetos para conseguir dinero y comprar más objetos que a su vez, volveremos a quemar. Se podría decir que tiene algo de puzle, porque hay que hacer combinaciones con aquello que tiras a las llamas. También tiene algo de historia, porque el hilo conductor es saber qué personaje nos envía cartas y porqué. Se ha catalogado como experimental, de lógica o de puzle, pero no tiene un género definido. A pesar de todo, este videojuego vendió 250 000 copias en diferentes plataformas siendo un desarrollo independiente y sin canales de venta masivos.
Minecraft
El videojuego por excelencia capaz de crear el género “tipo Minecraft”. Pero por sí solo, ¿qué género diríamos? ¿Plataforma? ¿Construcción? ¿Exploración? ¿Aventura? Lo es todo a la vez y a la vez, no es nada. No tiene historia, ni objetivos concretos, ni forma correcta de avanzar. El único límite es la imaginación de cada uno para construir y explorar el mundo abierto que nos propone. Sin embargo, parece que ha creado un género en sí mismo y ha levantado locura en todo el mundo. Los creepers se han convertido en símbolos y cualquier estilo gráfico “a cubos” será relacionado directamente con Minecraft.
Takeshi’s Challenge
No, no tiene que ver con el famoso programa de telesivión (Humor Amarillo en España). El videojuego, creado por el propio Takeshi Kitano para NES, parece al principio un juego típico de plataformas, pero acaba pasando a ser otra cosa diferente. Lo que tenemos que hacer, entre muchas otras posibilidades, es ir preguntando a gente.
Las pruebas propuestas eran variadas, complicadas e inverosímiles. Los puzles no solo tenían dificultad en sí mismos, es que además, no tenían ni sentido. Uno de ellos era descifrar un mapa oculto en un papel. La única solución era dejar el papel secando al sol durante 60 minutos, literalmente. Dejando la consola encendida 60 minutos con el papel al sol en primera plana, acababa apareciendo el mapa. ¿Y cómo se sabe esto?, os preguntaréis. Por suerte no hemos llegado a jugar a este videojuego en una época sin Internet, así que no lo sabemos.
Si esto no era suficiente, cuando uno conseguía pasarse el videojuego, solo se reía de ti por haber estado perdiendo el tiempo con algo tan absurdo.
Spore
Quienes lo habéis sufrido, seguro que ya lo teníais borrado de vuestra memoria. Catalogado dentro de los videojuegos sin género, se presentaba como simulación, pero era algo más complejo. Empezábamos en un estado de célula e íbamos creciendo hasta pasar por varias fases. En cada una de ellas, el género era completamente diferente: estrategia, acción, simulación, apareamiento (si, apareamiento)… Hasta llegar al espacio para conquistar diferentes planetas. Todo un logro de Maxis para ordenador allá por 2008.
LocoRoco
Así como el anterior era raro en sentido negativo, este lo fue para bien dentro de los videojuegos sin género. Pocos videojuegos sin género hay que, siendo tan raros y simples, acaben conquistando a tantos jugadores.
LocoRoco puede tener una estética simple e infantil, llena de colores, pero no os engañéis, alberga mucho más. Creado para PSP, el objetivo era inclinar y sacudir los escenarios con el movimiento de la propia consola para mover a estos personajes.
Podría considerarse un videojuego de plataformas, pero cuando llegó fue tan original, que se quedó en el limbo de los géneros. Eso sí, merece la pena escuchar sus músicas adictivas y ambientando perfectamente la rareza del propio videojuego.
Katamari Damacy
El videojuego de 2004 no llegó a Europa y aunque ha salido incluso para plataformas móviles, no está disponible siquiera para España. Mezcla varios géneros y hay quien lo cataloga como videojuego de habilidad, pero es más bien un compendio entre puzles y estrategia.
En el título tenemos que reconstruir las estrellas y la luna rodando con una bola a la que se van pegando objetos. Se necesita estrategia y destreza para conseguirlo, así que no os dejéis engañar por su estética colorida.
World Of Goo
Este videojuego lanzado originalmente para Wii y PC tiene un fuerte componente de puzles, sin embargo, también tiene un elemento decisivo y es el de las físicas. Cada nivel se basa en crear una estructura con estas bolas pegajosas y al menos, una cantidad determinada de ellas tienen que llegar a las tuberías. Si creamos estructuras débiles en su base, acabarán cayendo o cediendo al lado que no queremos.
A nivel estético, cada nivel está creado con ambientes completamente diferentes e incluso, los propios personajes tienen tipos y hay que saber cuando usar cada uno de ellos.
Deathly Premonition
Este survival horror de Access Games salió en 2010 para PS3 y Xbox 360. No solo es inclasificable por el género, es que además, lo es por contenido. La historia está llena de disparates, tiene diálogos y situaciones absurdas… por no hablar de su personaje, el agente del FBI, quien tiene un “alter ego” imaginario con el que habla de vez en cuando.
Es un videojuego raro, querido y odiado a partes iguales, en el que se mezcla el survival horror con la acción, exploración, puzles y acción, todo en uno.
Trauma Center
Si alguno pensáis en este videojuego como un puzle, me niego. Lo siento, pero mi pulmón no es una pieza más que encajar como parecía en este título para Wii. El objetivo de este juego era operar con todo lo que eso conllevaba: cortar, extirpar, coser… Se lanzó para la consola de Nintendo en sus comienzos sobre todo, creo yo, para poner de manifiesto que esa nueva forma de jugar (con el movimiento de los mandos) era la que más molaba. Recordemos que hubo incluso secuelas. Las del videojuego y las nuestras.
Bonus de videojuegos sin género
Recordemos también esos videojuegos basados en programas de televisión, tan poco necesarios los unos como los otros. Hablamos del videojuego de Jackass: The Game y el experimento patrio, ¡Qué pasa NENG!
El primero de ellos es un título basado en minijuegos donde se representaban las pruebas más populares del programa. Salían escenas reales de los capítulos y aprovechaban para hacer promoción de la siguiente temporada, allá por el año 2007.
El segundo de ellos está desarrollado, curiosamente, por un estudio holandés, Phoenix Games y se distribuyó, por supuesto, solo en España para PlayStation 2. Tampoco es un título con argumento, tan solo tiene varios minijuegos cuyo objetivo es, básicamente, ganar al mejor de tres.
Lo malo de quedar fuera de las catalogaciones (pese a haber auténticas atrocidades en los videojuegos sin género), es que algunas joyas se quedan marcadas con una mala etiqueta, acabando en el cajón desastre de la simulación o el puzle cuando en realidad, pueden ofrecernos mucho más.
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